"No es ninguna novedad, entonces, lo que estoy predicando; no es una nueva doctrina. Amo proclamar aquellas grandes doctrinas antiguas apodadas Calvinismo, pero que son verdaderamente la verdad revelada de Dios, tal como es en Cristo Jesús" Charles Spurgeon

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lunes, 25 de noviembre de 2013

SEÑALANDO EL HUMANISMO CRISTIANO



Como todos los verdaderos creyentes, veo con profunda preocupación a la actual iglesia, afanada con muchas actividades "para Dios", pero, sin Dios; tecnificada y mecanizada en las tareas "exitosas", asegurando todo aquello que alcance los estándares de las iglesias bendecidas socialmente, mas no esencialmente. Ademas, y no menos preocupante, la veo fascinada con los nuevos movimientos que irrigan los frutos apostatas del ultimo tiempo. Entre los movimientos neo-apostólicos y pseudo -proféticos noto la proclamación de un mensaje que nombra a Dios, pero que no sirve, no se somete, no sigue a Dios; sino, mas bien, obnubila la motivación radical del que se acerca a Dios y a las Escrituras: 
"Al Señor tu Dios temerás, a él solo servirás, a él seguirás, y por su nombre jurarás. El es el objeto de tu alabanza, y él es tu Dios, que ha hecho contigo estas cosas grandes y terribles que tus ojos han visto." (Dt. 10:20-21)
Toda la Escritura señala "Al Señor,",  "a él", "a él", "a él" y solo "a él"; ellas hacen el llamado que "a él" temerás, servirás, seguirás y adoraras. Muy al inversa, en el seno de estos movimientos hallo que la búsqueda y el centro de ellos, no es el Señor único, soberano e inmortal, sino el hombre, defendiendo su naturaleza justificada en el marco permisivo del libre desarrollo de la personalidad, las respuestas de las preguntas existenciales se buscan en las ciencias humanas con alguna tímida referencia de la biblia, sus discursos fundamentan la personalidad en el amor propio, exaltan la dignidad como el fin ultimo del ser, solo para así y solo así desarrollar buenas relaciones personales y créanme, tiempo me faltaría para señalar lo tocante a la avaricia y la ambición vestida con un manto velloso que con apariencia de piedad reviste a los seguidores y a los maestros que hoy enseñan para satisfacer las pasiones mas bajas y terrenales de sus oyentes. En esto consiste el conjunto ideológico y practico de los movimientos neo-apostólicos y seudo proféticos que invaden los púlpitos de muchas iglesias referentes, por grandes e influyentes en nuestra sociedad, esto es el humanismo cristiano.

El humanismo es meditar y cuidar de que el hombre sea humano en lugar de no humano, que no este lejos de su esencia, es decir, "inhumano". Son muchos los escritores y pensadores que consideran al cristianismo como uno de los fundamentos del humanismo, junto con la filosofía griega y romana. Esta postura filosófica propuesta y expuesta en los púlpitos es un sincretismo introducido encubiertamente en las filas de la fe, enseñado como un mensaje nuevo y como un mensaje actual. El humanismo es el fruto de la raíz del pensamiento filosofo griego y la aspiración de los Romanos en los días de Jesús, este humanismo del cual venimos hablando persiste a través del cristianismo de las iglesias que no son iglesias de Dios.

Nosotros que hemos sido citados al ocaso de los tiempos, asistimos a la época de los antropocentrismos y de los humanismos en los círculos de la fe cristiana. En el imaginario de la cristiandad moderna es el hombre el centro de todo y Dios gira alrededor de sus caprichos, deseos, experiencias y voluntades, eso se llama "humanismo cristiano".
Ese mensaje humanista arraiga la trascendencia del hombre en si mismo; más, las Santas Escrituras la enraíza en practicar la voluntad de Dios. Mientras que la tendencia del antropocentrismo en los templos que a otrora se vivía un reverente conformismo al mensaje del bíblico que se compromete con el mensaje por gracia y en los méritos de Cristo como absolutos para el desarrollo integral del ser, hoy se enseña el esfuerzo humano para ser libre, digno y salvo. El "humanismo cristiano" propone la espiritualización del comportamiento humano por su misma existencia y desde el mismo componente etéreo del hombre y no desde un nuevo nacimiento requisito insustituible de la vida espiritual y transformándola a la vida de Dios. El "humanismo cristiano" busca en la esencia del hombre la solución para combatir los problemas de la violencia familiar, los conflictos sociales y hasta la barbarie de las pasiones bajas que combaten en si mismo; la biblia desposee al hombre de toda virtud, si no vive y anda en el temor a Dios, cualquier acto moralista, de ética loable entre los hombres y hasta de méritos religiosos la trata como harapos que han sido utilizado para la curación de llagas y lesiones de piel purulentas por las peor de las infecciones epidérmicas de la época.

Que equivocada están los ministerios que sirven a los movimientos neo-apostólicos, neo-pentecostales y neo-proféticos al pretender servir a Dios cuando desde las ciencias, la tecnología y las técnicas subordinadas al humanismo y al antropocentrismo que se visten de piedad y niegan la eficacia de ella. Los cuales se encaprichan en tomar el poder político para hacer expandir la voluntad de Dios (Dominianismo) prometiendo cumplir toda clase de deseos, confort, avaricias, apetitos, placeres y pretensiones de los "hijos del rey". El cristianismo no pretende del poder político, ni del financiero, ni el de la prensa para hacer la obra de Dios, porque el reino que proclama no es de este mundo. Se servirá de ellos, pero no depende de ellos, porque viene tiempo y ahora es, que se enfrentara a ellos para predicar el Reino de Cristo. 

En definitiva, humanizar las promesas de Dios y los bienes del siglo venidero es tan absurdo y perverso como de comparar el diamante Koh-i-noor con un pedazo de vidrio encontrado en un botadero de basura cerrado y nosotros los cristianos bíblicos estamos llamados a retener y hablar solo lo que esta de acuerdo con la sana doctrina.

(Lc 10:38-42; Jn 16:1-4; Lv 10; Hch 9:31; 2Ts 2:3; 1Ti 4:1; Mt 7:21; Ro 11:33-36; Ef 4:6; Ro 1:21-23; 2Ti 3:1-9; 2P 2:1-4; 1Jn 2:17; 1Ti 6:3-10; Ro 3:10-20; Pro 2:5; 9:10; Is 64:6; Ti 1:16; 2Ti 3:5; 2Co 10:4; Jn 18:36; Ti 2:1)