MARCOS 5:10, 17-18
ORACIONES RESPONDIDAS A ENEMIGOS
10 Y le rogaba mucho que no los enviase fuera de aquella región. 11 Estaba allí cerca del monte un gran hato de cerdos paciendo. 12 Y le rogaron todos los demonios, diciendo: Envíanos a los cerdos para que entremos en ellos. 13 Y luego Jesús les dio permiso. Y saliendo aquellos espíritus inmundos, entraron en los cerdos, los cuales eran como dos mil; y el hato se precipitó en el mar por un despeñadero, y en el mar se ahogaron. (…) 16 Y les contaron los que lo habían visto, cómo le había acontecido al que había tenido el demonio, y lo de los cerdos. 17 Y comenzaron a rogarle que se fuera de sus contornos. 18 Al entrar él en la barca, el que había estado endemoniado le rogaba que le dejase estar con él. 19 Mas Jesús no se lo permitió, sino que le dijo: Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo, y cómo ha tenido misericordia de ti. 20 Y se fue, y comenzó a publicar en Decápolis cuán grandes cosas había hecho Jesús con él; y todos se maravillaban.
INTRODUCCION
La oración es un ejercicio de la fe que sobrepasa cualquier acto natural o aun sobrenatural. Esta la oración dotada de una serie de propiedades que principalmente benefician al que la practica tal como Dios ha dicho. Ella es, el bendito medio que nos privilegia hablar con Dios (); recibir sus fuerzas espirituales (Sal 138:3); aquieta el alma (Sal.). Creo que el principal beneficio de la oración es la respuesta del Soberano. ¿De qué serviría la oración? Si fuese un monologo, insulso; es decir, si no hubiese un Dios todopoderoso que está atento a la oración de sus hijos para oírlos y responder sus peticiones (Is 65:24; Jer 33:3; Jn 15:7). Ahora, la principal razón de la oración no es responder a las necesidades que presentamos, sino una relación real y creciente con Dios. Sin dudas el clímax que corona la oración es que el soberano de señal de que te escucha y te responda (Jn 16:24). En este pasaje leído encontramos a Demonios rogando y recibiendo respuesta; a gente resistida a Jesús rogando y recibiendo respuesta. ¿Qué misterio hay en las respuestas a los ruegos de los enemigos de Dios?
01. EL RUEGO DE LOS DEMONIOS
10 Y le rogaba mucho que no los enviase fuera de aquella región. 11 Estaba allí cerca del monte un gran hato de cerdos paciendo. 12 Y le rogaron todos los demonios, diciendo: Envíanos a los cerdos para que entremos en ellos. 13 Y luego Jesús les dio permiso (…). Sorprendentemente encontramos al Señor atendiendo la petición de los demonios. Ellos rogaron dos cosas que el Soberano les concedió 1). No salir de la región de acción. 2) Ir al hato de cerdos. ¿Por qué respondió Jesús a los demonios? Tengo cuatro aspectos que compartir al respecto:
A. La fuerza de la perseverancia
10 Y le rogaba mucho que no los enviase fuera de aquella región.
El ruego, como ha de notarse, fué hecho por un espíritu, pero a favor de muchos. Lucas (8:31) dice: “le rogaban que no los mandase”. Su siguiente petición (v. 12) aclara bien este punto. [Notamos aquí un pequeño error en nuestra versión española. El v. 10, debería leerse: “y le rogaba mucho que no los enviase”, etc. Nota del Trad.]. La oración poderosa tiene la perseverancia como acompañante; amados, vístanse como viuda clamando día y noche y tendrán respuesta a sus oraciones “¿Se tardara en responderles?” Lc 18:1-8.
B. La seguridad de lo establecido
Haciendo uso del ejercicio intertextual, entre los sinópticos (Mateo, Marcos y Lucas), encontramos en el evangelio de Lucas que esta petición de los demonios era por temor a no ir al abismo: Lc 8:31 Y le rogaban que no los mandase ir al abismo. Da la razón de esta petición: que no les ordenara irse al abismo; es decir, el lugar donde Satanás y sus demonios serán arrojados y encerrados (Ap 20:2, 3). El abismo (Abyssos gr. “Sin fondo”) en el AT se refería el mar universal y sus profundidades abisales (Ge 1:2; Deu 33:13; Sal. 104:6), luego en el NT aparece especialmente en Apocalipsis, donde vemos que el abismo es el lugar donde los poderes satánicos están encerrados (Ap. 9:1-11). Es un lugar donde están aprisionados seres ayer angelicales, hoy demoniacos y malignos (1P 2:4; Ju 6). El mismo Maestro describió cual es el destino inmediato y la dinámica de los demonios al salir de los cuerpos Lc 11:24 Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo; y no hallándolo, dice: Volveré a mi casa de donde salí. 25 Y cuando llega, la halla barrida y adornada. (…) (Mt 12:43,45). Así que el ruego que tendrá “respuesta” no es más, sino la afirmación de lo que el Rey haya establecido. Con esta respuesta entonces, acentuó que debemos orar conforme a los principios de la palabra eterna (2 S 7:21, 25-29; Neh 1:8-10; Jn 15:7). No piense que el atenderá sus caprichos, codicias, y sus concupiscencias por encima de su voluntad (Stg 4:2-3).
C. La Connotación de Buscar la Gloria De Dios
La oración tiene un fuero de adoración, es la razón esencial de practicarla (Como debería ser todos las motivaciones, actos y metas del ser humano 1Co 10:31); la oración es para la gloria del Altísimo. No importa el tipo de oración, o sus peticiones, aun no importa quien la exprese es y debe ser para la gloria del Santo Dios. El Unigénito de Dios en una oración publica expreso: Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una voz del cielo: Lo he glorificado, y lo glorificaré otra vez. Jn 12:28. Esta respuesta a la petición de los demonios afirmaba la superioridad del Señor (Job 1:12; 2:6; Lc 22:31-32). No hay oración que límpidamente busque la gloria de Dios que quede sin respuesta.
D. La Supremacía de Cristo
(…) y se arrodilló ante él v6; El ejercito del mal no puede actuar en su propia voluntad o rebeldía, sino que a la presencia de aquel que ha dicho: haré todo lo que quiero; Isa 46:10; tendrán que humillarse y como cualquier otra criatura acercarse al Rey de reyes y Señor de señores, dependiendo de su soberanía. Dan 4:35 Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada; y él hace según su voluntad en el ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano, y le diga: ¿Qué haces? Los registros sagrados nos dan cuenta de los límites claros de la actividad demoniaca. Job 1:6-12 resalte tres aspectos evidenciados sobre el límite del enemigo:
D1). El presentarse con los súbditos de Dios (v6; 2:1)
D2). La rendición de informes Satanás (v7; 2:2).
D3). Limites a sus planes (v12; 2:6) (Col 1:15-18)
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